lunes, 29 de diciembre de 2014

LAS MENTIRAS EN LA INFANCIA

LAS MENTIRAS EN LA INFANCIA


A lo largo de la infancia aparecen determinadas conductas que nos llaman la atención . Una de ellas es la mentira. 
La mentira, como siempre decimos es normal hasta cierto punto pero cuando se presenta de forma frecuente y durante un largo periodo de tiempo tenemos que investigar, pues probablemente esconde que algo está pasando.
Hasta los tres años el niño no suele mentir, solamente en algunos casos en los que ha hecho alguna travesura y pretende esconder alguno de sus resultados. Poco a poco, y a través del juego va incorporando a su repertorio de conductas la mentira.
A partír de los 5 años aparece ya la mentira de una forma más intencional ya que aprenden que con la mentira pueden evitar ser castigados y que pueden obtener mejores resultados y son los adultos los que deben guiar al pequeño para que no se acostumbre a tomar la mentira como algo cotidiano.

Algunos motivos por los que nuestros peques suelen mentir suelen ser los siguientes:
  • Evitar ser castigado: Suele ser uno de los principales motivos en la primera infancia .
  • Conseguir algo.
  • Evitar la vergüenza por haber realizado algo no adecuado.
  • Quedar  bien ante los compañeros, es decír, mostrar superioridad. Suele darse en niños más mayores.
  • Llamar la atención.
Debemos observar a nuestros hijos diariamente, escucharlos y leer sus gestos. Muchas veces podemos detectar sus mentiras tan solo en un gesto.
También tenemos que llevar cuidado con el nivel de exigencia hacia los niños ya que si permanentemente le estamos exigiendo es mucho más probable que inventen pequeñas mentiras para quedar bien.
Cuando un niño miente hay que evitar el castigo pero tampoco hay que premiarle .
Hablar con el pequeño, investigar y trasmitirle el mensaje de que la mentira no conduce a nada bueno es una buena vía de transmisión de unos valores adecuados.
Debemos darle el mensaje de que la mentira siempre acaba descubriéndose y que tenemos que buscar otras soluciones mucho más efectivas descubriendo nuevos caminos.
 Aún así, siempre que reconozca que ha mentido debemos decirle que estamos orgullosos de su comportamiento sincero y que aunque hayan mentido está muy bien que reconozcan su error.
En definitiva esta es la línea que debemos seguír cuando los niños mienten aunque si se presenta la mentira de un modo muy frecuente debemos acudir a un profesional para que nos oriente. En Psicoeducamur PSICOLOGIA EN MURCIA podemos ayudarte.

martes, 9 de diciembre de 2014

CÓMO ACTÚAR CON NUESTROS HIJOS ADOLESCENTES.


 La adolescencia es una época complicada y la comunicación entre padres e hijos se puede volver dificultosa y no saber como actuar con nuestros hijos adolescentes.
 Es importante tener en cuenta que ellos son los primeros que no comprenden lo que les está ocurriendo pues todavía no son adultos y están abandonando la infancia y estos cambios no son fáciles para ellos.
Es una etapa de diferenciación con la familia y búsqueda de apoyo entre los iguales. En esta edad preferirán estar con su grupo de amigos y este pasará a ser más que su propia familia.La familia pasaremos a un segundo plano, y es algo a lo que tenemos que estar preparados.
Por este motivo, es frecuente que se produzcan disputas relacionadas con la negativa de los hijos de cumplir con la disciplina de los adultos.
 Crecer no es tarea fácil, el lado inseguro de los adolescentes quiere sentirse protegido, y el lado aventurero quiere desarrollarse y hacer cosas nuevas.A veces vuelven a mostrar actitudes de niño y otras veremos que quieren parecer auténticos adultos.

Pueden aparecer cambios de humor muy bruscos que son consecuencia del cambio que están experimentando a nivel interior.

La cuestión es : ¿Cómo debemos actúar como padres?:

Muchas veces tenemos que hacer auténticos esfuerzos por comprenderles, por escucharles, por ser pacientes. De verdad que merece la pena el esfuerzo pues se trata de nuestros hijos.
Además no suele servir de nada discutir permanentemente y dejar de comunicarnos, podemos entrar en un auténtico bucle del que es difícil salir.
Sobre todo os animo a empatizar con ellos, aunque sea un ejercicio difícil, a ponernos en su lugar y también a recordar como actuábamos nosotros cuando teníamos su edad.
No por esto debemos permitirlo todo. Por supuesto que tendrán que esforzarse, colaborar, tener sus propias tareas y tendremos que seguir negociando como siempre con ellos pero desde una óptica totalmente distinta a la que teníamos cuando eran pequeños. 
Como siempre, es una cuestión de lógica, debemos ser firmes y debemos sobre todo establecer el diálogo en esta etapa aún con más frecuencia.Recordemos que ya no son niños.

Saber escuchar el lenguaje no solo de las palabras: unas lágrimas, una carcajada, una cara malhumorada, un portazo, hablan tanto como unas palabras.
Comunicarse en todo momento y  que los hijos se enteren de que aceptáis sus sentimientos, cualesquiera que sean, y por tanto, puedan manifestároslos si lo desean. Dejar tiempo para el diálogo, ofrecer una actitud de apertura nos puede ayudar.
Darse cuenta de la importancia de escuchar: saber escuchar puede jugar un papel muy importante a la hora de estimular los sentimientos de autoestima y autoconfianza de vuestro hijo. Al escucharle, se le transmite mensajes como: “Tú eres una persona valiosa” o “Respeto tu punto de vista”.
Mostrar mucho interés hacia sus cosas, eso les hace sentirse muy importantes. 

 Contestar las preguntas que os hacen: ser lo más rápidos, francos y directos posible.
Si queremos que nos cuenten, tenemos que dar el primer paso y ser nosotros los que cuenten , al principio puede no dar resultado pero a largo plazo seguro que lo dará, ya que nuestros hijos están recibiendo un modelo, un ejemplo que comunica su forma de sentir, de pensar, las cosas que le pasan.

Cuidado con preguntar mucho ya que convertirá la comunicación en un autentico interrogatorio, en el que nuestros hijos no se sentirán nada cómodos y tratarán de eludir estos momentos , con respuestas automáticas como monosílabos. 

Elegir el momento adecuado: hay que tratar elegir un momento adecuado para tratar temas delicados.Por ejemplo en el momento de una riña no se te ocurra ponerte a tratar temas pendientes ni saques los trapos sucios. Mejor esperar a la vuelta a la calma.

Aceptar los propios límites: saber que tenemos derecho a no saberlo todo y a cometer errores.

Permitirles que no estén de acuerdo: dejarles expresar sus opiniones y argumentos y responder de forma comprensiva pero firme (evitar ser autoritarios).No vale ya en esta edad el porque yo lo digo y punto... Se pueden aún enfrentar a tí mucho más.

Evitar el sarcasmo o la burlahumillar es una manera rápida de hacer que no nos escuchen. A nadie le gusta hablar o escuchar cuando se siente que lo van a derribar.

Cuidado con poner calificativos a los hijos: debemos evitar poner etiquetas a nuestros hijos ya que éstas pueden hacer que se comporten en función de algo que realmente no son. Estamos ante una profecía de autocumplimiento.

Entender la adolescencia por lo que realmente es: nuestros hijos se encuentran en una etapa del desarrollo complicada. A los cambios fisiológicos que se producen en la adolescencia, hay que sumar los cambios en la forma de pensar y actuar.

Aquí os presento algunos ejemplos que probablemente os pueden ayudar a comprender como debemos cambiar la forma de actúar.

 En vez de prohibirles determinada ropa les diremos: eso no te pega mucho , pero si te gusta pues vale, yo creo que vas mas guapo con esto otro. No obstante póntelo hoy y prueba a salir a ver que te dicen. Pero para ir a casa de los abuelos ponte por favor otra cosa.
Cuando no nos guste determinada compañía , no podemos prohibirle directamente ir con ese amigo o amiga, pues probablemente lo hará con mas insistencia. Podemos decirle: esa amiga no es muy graciosa, me gusta mas esta otra, tiene mala fama, de ir de flor en flor, de no estudiar, pero bueno, no creo que por ir con ella cojas mala fama tú. Tu eres una chica estupenda y yo confío mucho en tí.
No decirles: "tienes que recoger tus cosas, estudiar, lavar los platos porque yo lo digo y basta. En vez de esto decirle cuando tengas tus cosas hechas hemos pensado papá y yo que te puedes bajar un rato a charlar con tus amigos al parque, anda dame un beso..."
Por ejemplo, en vez de decirle, a mi que me importa que tu amigo se haya hecho un tatuaje, eso es una birria... Por el contrario decirle, ¿Si? Y que curioso que se haya hecho un tatuaje Pepe, y ¿donde?, ¿le ha dolido?.

Es una etapa en la que debemos hacer un esfuerzo por comprenderlos, y por apoyarlos ya que para ellos tampoco es fácil superarla. Si los problemas que aparecen son demasiado preocupantes y necesitas la orientación de un profesional en PSICOEDUCAMUR, PSICOLOGÍA EN MURCIA podemos hacerlo.

lunes, 1 de diciembre de 2014

LOS CELOS INFANTILES


Los celos infantiles son una reacción adaptativa que suele durar un transcurso de tiempo determinado, que conlleva alteraciones comportamentales y emocionales, que surge ante un desequilibrio en la dinámica familiar afectiva y que pueden adquirir un carácter permanente si no se actúa de manera adecuada en la familia. Cuando esta alteración dura demasiado tiempo y altera con mucha frecuencia la dinámica familiar tenemos que estar muy atentos.
El papel de los padres, ante los celos entre hermanos, es fundamental, ya que son los responsables de que los celos infantiles adquieran un papel desadaptativo y permanente. A pesar de no poder eliminar la rivalidad, los padres deben ayudar a fomentar una relación saludable entre los hermanos.
Los celos infantiles se denominan también “síndrome del destronamiento”, ya que hacen referencia al desplazamiento y a la pérdida de poder como consecuencia del nacimiento de un nuevo hermano, que es considerado como un rival. Entonces en este momento el niño destronado suele reaccionar con una serie de comportamientos con el objetivo de recaptar la atención del adulto.
Klüber-Ross (1992), refiere que los celos sólo son negativos si alguien los reprime o desprecia al niño por tener esa reacción natural.
Los celos infantiles suelen tener su punto máximo entre los 2 y 4 años. Se puede afirmar que el niño es más proclive a manifestar celos cuando el nacimiento del nuevo hermano tiene lugar antes de los 5 años. Además, si la diferencia entre los hermanos es menor a 3 años, con una probabilidad muy alta, el niño manifestará celos hacia su hermano.
¿Cómo se manifiestan los celos infantiles?
  • El niño tiene comportamientos que no corresponden a su edad. Se observan conductas que nos son propias de la edad evolutiva en la que se encuentra el niño, las cuales tienen como finalidad reconquistar el afecto y la atención de sus padres. P.ej. vuelven a hacerse pis durante la noche, chuparse el dedo, pedir tomar biberón o pecho materno de nuevo, demandar ser tomado en brazos o desear dormir de nuevo en la cama de los padres, alteraciones en el sueño y en la alimentación.
  • Se incrementan las conductas de desobediencia, negativismo y oposición hacia los padres.
  • Se observan en el niño actitudes de indiferencia y retraimiento. El niño decide alejarse de su entorno, parece indiferente y desinteresado por todo lo que sucede a su alrededor y se muestra apático, despistado y aburrido.
  • Somatizaciones. Los celos del niño hacia su nuevo hermano o “rival” se pueden manifestar físicamente a través de dolores de cabeza, problemas digestivos, dolor de barriga o malestar general.
  • Conductas agresivas. La agresividad suele observarse en los casos en los que existe un elevado nivel de celos. No todos los niños que tienen celos de su nuevo hermano se comportan agresivamente, normalmente la agresividad aparece cuando existe una bajo grado de autocontrol, baja tolerancia a la frustración y escasas habilidades para expresar y gestionar emociones. Las conductas agresivas más frecuentes cuando existe un alto grado de celos son pegar, insultar y en caso muy extremos, intentar eliminar físicamente al hermano recién nacido.
Si te encuentras con dificultades para afrontar de manera adecuada el problema de celos que observas en tu hijo y buscas ayuda de un profesional que pueda asesorarte en Psicoeducamur, podemos ayudarte.